lunes, 18 de febrero de 2013

Nuestra Alma es una morada "Tras la Huella de Karl Blossfeldt"









































































¿Dónde os he perdido imágenes mías pisoteadas?

Cuándo se ha soñado tanto en el cáliz de una flor, se recuerda de otro modo la casa perdida, disuelta en las aguas del pasado.

La estancia muere miel y tila
Donde los cajones se abrieron de luto
La casa se mezcla a la muerte
En un espejo que se empaña

Escribe Jean Bourdeillette en un verso infinito

Casa y Universo, del libro "La Poética del Espacio" de Gastón Bachelard

Dibujos a tinta china de Inés González

11 comentarios:

Tempero dijo...

Del nido sólamente lo que tiene de pájaro
y de vuelo; del nombre
su velo inexpresado todavía;
del aire su invisible
resonar de presencias,
su habitada espesura.
De mí ese espacio íntimo
de sueño
donde te reconstruyo.
Del resto quizás sólo ese murmullo
de estar tú en todo
dando fe de que existe.
Del recuerdo
su región más secreta
de olvido y elegía.

Del poema
no su música,
sólamente su sed
y esa caricia rota que deja cuando pasa.


De tu trabajo, Inés, me quedo con todo, con cada rama, con cada gota de tinta, con cada recuerdo, aunque éste constituya sables.

Un beso.

Inés González dijo...

Dice Gastón Bachelar en su magnífico libro La Poética de la Imagen, que a fuerza de coleccionar Nidos se deja a la imaginación en paz.
Y yo agrego, que a fuerza de construir Nidos y Adormideras dejo a mi alma en paz.
Conoces mis sables y punzones, y el resonar de presencias fantasmales, como el eterno retorno desde la creación.
Me alegra que con este trabajo te quedes con todo, habrá que seguir contra viento y marea esta andadura, mirá que faltan las cigüeñas! y una colección de Nidos Rotos y Verdes del Sur.
Un abrazo fuerte.

Inés González dijo...

El libro de Bachelar es "La Poética del Espacio", no de la Imagen, un error necesario de aclarar.
Ultimamente ando como dice le Gotan, el falsa escuadra.
besos

Inés González dijo...

Y tampoco es Bachelar, es Bachelard, creo que debo ir al oculista, o mejor a un gerontólogo.
En fin, que estoy como bien dices "muy ruca"

Carmen dijo...

el poder ver el proceso de este dibujo es para mí, además de un privilegio, una gran metáfora Inés

cada ramita insinuando el camino, cada amapola, incluso cada verso que podría acompañarlo, cada reflexión

todo eso se ha ido gestando en mis días y en mis noches, no necesariamente de sueño, cuando miraba a mi izquierda y veía ese nido

si alargaba la mano podía (puedo) tocarlo

en el aire que lo separa de mi cuerpo puedo sentir tu "catarsis" al dibujarlo

no hace falta moverme, ni tan siquiera mirarlo, tumbada boca arriba recorro en segundos el cómo llegó a mí, primero el nido, después las adormideras...forma parte de ese diario anacrónico y lacerante de un viaje, que culmina en la Poética del espacio

Por mucho que pienso no se me ocurre ninguna forma en la que la más honda tristeza hubiese podido adquirir otra dimensión que en este proceso de "Nuestra alma es una metáfora". Ha sido sanador

Quien mire ahora hacia mi bosque de abedules verá ese nido de adormideras pequeñas, pero yo veo mucho más, su significado es profundo. Cada ramita que has dibujado, lo sostiene.

Un abrazo

Carmen dijo...

nuestra alma es una metáfora???


anda que estoy yo buena...

hazme un hueco en esa falsa escuadra

Inés González dijo...

Creo que las turbulencias de este día nos ponen zancadillas para leer o escribir lo que no es correcto.
Un analista hablaría de lapsus, y seguramente tendría razón. En mi caso concreto cambiar el título del gran libro de Bachelard es muy claro, todo lo abordado nos remite al desarrollo de las imágenes, ya sean poéticas, o plásticas. Así entendí yo, el Espacio como concepto filosófico y psicológico es el territorio dónde nuestra mente gestará esas imágenes. Soy una fabricante de imágenes.
En tu caso, no lo sé, habría que hurgar...
Mientras leía tu comentario tomaba consciencia que tienes el Nido físicamente! esa "posesión" te debe generar una cuota más intensa de satisfacción, al "comprobar" el día a día de esa laboriosa construcción.
Y sí que hay una inmensa diferencia, ahora que poseo el Algodonoso Nido puedo entenderlo, como lo entenderá el espectador en mi próxima entrada.
Estamos realizando una magnífica experiencia, un adentrarse en un conocimiento por lo menos para mí desconocido.
Y transgrediendo el viejo proverbio, que los hombres saben hacerlo todo, menos los Nidos de los pájaros.
Un gran abrazo!

Tempero dijo...

Carmen, nuestra alma sí es una metáfora. El alma en su sentido más amplio y a la que tanto se la alude. Sólo cuando la mentamos ya estamos metaforizando. ¿Que es el ALMA? Al menos el corazón sí sabemos donde está y lo que hace, ¡y mira que lo metemos en metáforas! Pero hacia el alma transportamos lo más íntimo. El alma puede ser un cajón, de sastre o de madera de olivo, o un cajoncito si se quiere. Así que no estás/estáis en falsa escuadra. En este caso, Inés, creo, que ha utilizado la metáfora de la CONVERGENCIA al señalar en el bello título ¡NUESTRA ALMA ES UNA MORADA!. Unión entre almas en un mismo lugar. Así mismo, el nido ya es una morada insustituible por su forma, por su robustez y por lo delicado que alberga.

Os dejo con la metáfora más dura con que se puede convocar a alguien: el alma ausente. Y, con título homónimo este poema de LORCA que dedicó a Ignacio Sánchez Mejías, tras su muerte en la plaza de toros de Manzanares:

No te conoce el toro ni la higuera,
ni caballos ni hormigas de tu casa.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.

No te conoce el lomo de la piedra,
ni el raso negro donde te destrozas.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.

El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.

Porque te has muerto para siempre,
como todos los muertos de la Tierra,
como todos los muertos que se olvidan
en un montón de perros apagados.

No te conoce nadie. No. Pero yo te canto.
Yo canto para luego tu perfil y tu gracia.
La madurez insigne de tu conocimiento.
Tu apetencia de muerte y el gusto de su boca.

La tristeza que tuvo tu valiente alegría.
Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,
un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabras que gimen
y recuerdo una brisa triste por los olivos.



Y, la versión musicada por el gran MORENTE:

http://youtu.be/W2Q2aMgMfvc

Algo rucas ya las dos sí estáis; también en verdadera escuadra.

Inés González dijo...

Doliente y soberbia esta interpretación de Morente, me gusta su voz áspera y sin mayores registros.
El poema me golpea...no quiero ver la sangre de Ignacio sobre la arena...
Gracias Manuel por este bello comentario, siempre es un inmenso placer leerte cuándo te derramas.
un abrazo fuerte mi niño

Carmen dijo...

Nada en propiedad



Nada en propiedad, todo prestado.
Estoy empeñada hasta el cuello.
Tendré que liquidar la deuda
Entregándome a mí misma.

Ahí está todo establecido:
devolver el corazón,
devolver el hígado,
y cada uno de los dedos.

Es tarde para cambiar las cláusulas del contrato.
Me harán pagar la deuda
junto con mi piel.

Ando por un mundo repleto de deudores.
Sobre unos pesa
el embargo de las alas.
Otros, quieran o no,
declararán las hojas.

Cada tejido nuestro
está en el Debe,
Ni una pestaña, ni una ramita
Podrá ser conservada para siempre.

Hasta el último detalle está inventariado,
y todo parece indicar
que hemos de quedarnos sin nada.

No logro recordar
dónde, cuándo y para qué
permití que me abrieran
esta cuenta.

La protesta contra eso
es lo que llamamos alma.
Y es esto lo único
que no está en el inventario.



Wislawa Szymborska

Inés González dijo...

Este poema de la Gran Wislawa Szymborska inunda toda la pantalla, me ha dejado sin palabras...es impresionante, Gracias Carmen por compartirlo.