¡Qué extraño resulta ver a esta naturaleza, insensible e inmutable criatura, transformada, más allá de los mares, en algo caprichoso que no gobernarás. Una hermosa y cruel ondina que maravilla por su originalidad y que parece más amable cuanto más nos atormenta. Un ser extremo, que tan pronto ríe como llora, que alterna la tiranía y la esclavitud, desbaratando hoy el trabajo de ayer; o realizando mañana, contenta, más de lo que se espera de ella; y que de repente, frenética, hunde sus dientes malignos en la mano del que la golpea o la acaricia!
William H. Hudson
Dibujos a tinta y grafito s/papel de Inés González