domingo, 23 de diciembre de 2012

"Tras la Huella de Karl Blossfeldt" Yo vi sus pétalos en el instante de la calcinación

















































































Habrá cesado en el interior del lauro la melodía de las tórtolas.

También habrán cesado en su temblor los córvidos  amedrentados por el estertor del más breve,
el que libó el ácido prúsico.

Quizá el lagarto agoniza bajo las glicinias y, abandonado por la lluvia, el jardín arde en una ascua dormida
y el cemento enloquece bajo la corrupción de las cerezas ensangrentadas por el espesor del verano.

Aún son posibles otras posibilidades:
Quizá
soy yo quien ha salido de sí mismo
y estoy agonizando pero desconozco mi agonía,
y aquí, bajo los mantos de la furia volcánica,
un resto frío de mi pensamiento entra
en el jardín de los desaparecidos.

Antonio Gamoneda "Canción Errónea"

Dibujos a tinta china s/ papel Zerkal de Inés González
Serie "Tras la Huella de Karl Blossfeldt"

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Tras la Huella de Karl Blossfeldt, Todas las rojas fantasías de una amapola silvestre




































































                                                     Magnolios y Adormidera  Herida



 Una flor en mi muerte. Sólo una flor.

No un sueño colmado de luz ni una agregación de espíritus sostenida por una música sin límites.

Solo una flor.


"Canción Errónea"  Antonio Gamoneda

Dibujos a Tinta China s/papel Zerkall  de Inés González

Serie "Tras la Huella de Karl Blossfeldt"

domingo, 25 de noviembre de 2012

"Tras la Huella de Karl Blossfeldt" Ella, La Afgana







































































Ventana

Una ventana para ver
una ventana para oír
una ventana que llega a su fin
al corazón de la tierra, como el aro de un pozo
y se abre hacia la extensión de ese efecto repetido y azul
Un ventana que llena las pequeñas manos de la soledad
con el nocturno desprendimiento
de dadivosas estrellas
Y desde ahí
se puede invitar al sol al exilio de los geranios
Me basta una ventana

Vengo de la tierra de los muñecos
cruzando las sombras de árboles de papel
que se elevan en el jardín de un libro ilustrado
desde las estaciones secas de las yermas experiencias
de la amistad y el amor

En las polvorientas callejuelas de la inocencia
de los años en que crecían las pálidas palabras
detrás de las mesas  de colegios tuberculosos
del instante en que los niños llegaron a escribir la palabra
"piedra" en la pizarra
y los mirlos agobiados se fueron volando del viejo árbol

Vengo de entre las raíces de plantas carnívoras
y aún ocupa todo mi cerebro
el grito de espanto de aquella mariposa
que fue crucificada en el cuaderno con un alfiler

En aquellos días en que mi confianza se colgaba del débil hilo de la justicia
y por toda la ciudad
descuartizaban el corazón de mis lámparas
En aquellos días en que cerraban los infantiles ojos de  mi amor
con el oscuro pañuelo de la ley
y saltaban chorros de sangre
de las fruncidas sienes de mi deseo
En aquellos días en que mi vida ya no era nada,
nada excepto el tic-tac del reloj de la pared
comprendí que debo, debo, debo
amar locamente.

No basta una ventana
Una ventana sobre un instante de consciencia, mirada y silencio
Ahora el joven nogal
ha crecido tanto que interpreta el significado del muro para sus tiernas hojas
Pregunta al espejo
el nombre de tu salvador
¿Acaso no está más sola que tú la tierra que tiembla bajo tus pies?
Los profetas han traído
a nuestro siglo
mensajes de destrucción
¿Acaso estas contínuas explosiones
y estas nuebes venenosas
son eco de los versos sagrados?
¡Amigo! ¡Pariente! ¡Hermano!
Cuando llegues a la luna
escribe la historia del genocidio de las flores

Los sueños se caen siempre
desde su alta ingenuidad y mueren
Yo huelo un trébol de cuatro hojas
que ha brotado en la tumba de mis viejos conceptos

¿Acaso mi juventud fue aquella mujer enterrada en el sudario de su recato y su pureza?
¿Volveré a subir las escaleras de mi curiosidad
para saludar a Dios, que pasea por el tejado de su casa?

Siento que el tiempo se ha ido
Siento que el "instante" es mi parte en las hojas de la historia
Siento que la mesa es una distancia falsa
entre mi pelo y las manos de este triste forastero
Dime una palabra
¿Quién te concede el afecto de un cuerpo vivo?
¿Qué te pide, sin sentir las sensación de estar vivo?

Dime una palabra
yo, en la ventana, al resguardo
tengo un trato con el sol.

Forugh Farrojzad "Nuevo Nacimiento", traducción de Clara Janés y Shand

De la Serie "Tras la Huella de Karl Blossfeldt" Dibujos a tinta china s/ papel Zarkall
de Inés González


domingo, 11 de noviembre de 2012

"Tras la Huella de Karl Blossfeldt" Las quemadas amapolas de tu beso









































































                                                      Cinco  Adormideras en reposo




La Conquista del Jardín


Aquel cuervo que voló
sobre nuestras cabezas
y se perdió en el turbio pensamiento
de una nube errante
y cuya voz cruzó el ancho horizonte
como una breve lanza
llevará noticias nuestras a la ciudad.

Todos saben
todos saben
que tú y yo desde aquella fría abertura
vimos el jardín
y de aquella rama juguetona e inalcanzable
cogimos una manzana.

Todos temen
todos, pero tú y yo
nos unimos a la linterna y al agua y al espejo
y no tuvimos miedo.

No se trata de una frágil unión de dos nombres
ni de enlazarse en las viejas hojas de un libro
se trata de mi feliz cabello
con las quemadas amapolas de tu beso
y la verdad de nuestros cuerpos en la impostura
y el brillo de nuestra desnudez
como escamas de peces en el agua
se trata de la plateada vida de una canción
que canta de madrugada la pequeña fuente.

En aquel verde y fluido bosque
una noche de liebres
y en aquel turbio e indiferente mar
de ostras llenas de perlas
y en aquella extraña y triunfante montaña
de las jóvenes águilas preguntamos
qué teníamos que hacer.

Todos saben
todos saben
que nosotros alcanzamos el frío y mudo sueño
del Simurg
nosotros hallamos la verdad en el jardín
en la tímida mirada de una flor desconocida
y la permanencia en un instante sin límite
cuando dos soles se miraron fijamente.
No se trata de un asustado murmullo en la oscuridad
se trata del día y de ventanas abiertas
y de aire fresco
y un horno donde las cosas inútilmente arden
y una tierra fecundada por una nueva siembra
y el nacimiento y la evolución y el orgullo
se trata de nuestras enamoradas manos
que han formado un puente sobre las noches
gracias al mensaje del perfume y de la luz
y de la brisa.

Ven al prado
al gran prado
y llámame desde detrás del aliento de la flor de seda
como lo hace la gacela a su pareja.

Las cortinas están llenas de un oculto sofoco
y las inocentes palomas
desde lo alto de su blanca torre
miran la tierra.

Forugh Farrojzad  "Nuevo Nacimiento" Traducción de Clara Janes y Sahand

Forrugh Farraojzad ( 1935-1967) neció en Teherán en pleno proceso de occidentalización. Se casó a los dieciséis años y, al año siguiente tuvo a su único hijo, Kamyar, cuya custodia le fue retirada tras su divorcio en 1954. En 1955 publicó su primer libro de poemas," La cautiva". Al año siguiente viajó durante nueve meses por Europa y publicó "El Muro". Su vida independiente y libre era motivo de escándalo en los cerrados cenáculos literarios. En 1958 publicó su tercer poemario," Rebelión", e inició una relación sentimental con el cineasta y escritor Ebrahim Golestan, que en 1962 produjo la primera película de Forugh, "La Casa Negra", un breve documental sobre la leprosería de Tabriz, que algunos han comparado con "Las Hurdes, Tierra sin pan", y que el crítico Mohsen Majmalbab definió "como la película más bella del cine iraní". En 1964 publicó "Nuevo Nacimiento", un hito en la poesías persa contemporánea. Murió el 14 de febrero de 1967, cuando el coche que conducía se estrelló contra un muro.

"La primera vez que leí el nombre de Forugh Farrojzad fue en un libro en cuya cubierta había la foto de una mujer con la cabeza descubierta. Yo tenía doce años. El libro estaba en la biblioteca de mi tío. Por más que me devanaba los sesos no comprendía qué relación podían tener aquella foto y aquel libro con mi tío, que era religioso hasta los tuétanos.
Ahora pienso que el libro estaba allí desde sus años de adolescencia, como algo prohibido, casi erótico, pero como él no lo entendía, lo había olvidado al dejar el pueblo. Su título era "Cautiva" y había sido publicado antes de la revolución.
Algunos años después, en una pequeña librería de una ciudad del norte de Irán, compré un libro de Forugh, y mi padre, con solo ver su nombre, me pegó y lo rompió. Compré papel celo y lo recompuse, pero mi padre no dejaba de gritarme:¿ Por qué lees eso?, ¡es el libro de una puta!
Antes y después de la revolución, a los gobernantes solo les preocupaba de Forugh la cuestión moral, por eso en Irán se ha discutido tanto sobre su vida íntima y hay tan pocos estudiosos sobre su obra. En cambio, ahora, todas las corrientes de la lírica se consideran más en deuda con su obra que con la de Ahmad Shamlu, el padre de la poesía persa contemporánea."
Mohsen Emadi

Serie "Tras la Huella  de Karl Blossfeldt" Dibujos a tinta china s/ papel de Inés González.