jueves, 23 de agosto de 2012

En algún punto entre el éxtasis y la revelación. Tras la Huella de Karl Blossfeldt

El organismo de este mundo que realmente crea valores es la planta. Pero crear un valor, en el fondo, sólo puede significar repetir con una mayor economía cada vez algo hecho posible ya alguna vez.
 Ernst Fuhrmann, 1935.

























































































No encontré su corazón
sus fauces estaban más abiertas
que las puertas de su compasión.
Sobre sus colmillos me asenté
y me precipité en un abismo tenebroso.

Fátima al-Ubsi , Yemen 1991

"Corazones Espinados" Dibujos a tinta china s/ papel de la Serie" Tras la Huella de Karl Blossfeldt " de Inés González

3 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Un poema perfecto y duro, como esos corazones espinados tan preciosos y que son tan tuyos.
Un beso enorme, Inés.

Carmen dijo...

detengo mi vuelo de tanto en tanto para mirar estos corazones espinados, lo hago en silencio y después emprendo de nuevo el vuelo, sé que de nuevo vendré a detenerme

en las fauces abiertas siempre hallo una espina nueva, un hueco que no vi, una sombra y algún punto intacto

y se me viene a la cabeza una frase que tengo grabada desde hace años: La peor prisión es un corazón cerrado


Algún artista me dijo en una ocasión que con una buena obra siempre que te pares a observarla encontrarás nuevos matices. Yo detengo mi vuelo para "mirarte" y siento que estoy ante una obra inmensa.


Un beso

mateosantamarta dijo...

Que bien se conjuga el poema con éste bello dibujo. Muy buen comentario, ícaro. Un abrazo, Inés, Isolda.