sábado, 4 de septiembre de 2010

Piel inconfesable






Todos los árboles se han puesto a gemir dentro de mi espíritu
al recordar tus bragas en la oscuridad, la luz debajo de tu piel,
tus pétalos vivientes.

Atravesando los aniversarios, a veces viajan las palomas ebrias.

Venga desnuda tu misericordia, ah paloma mortal, hija del campo.


Anotonio Gamoneda, Pavana Impura, Libro del Frío.

Poema visual, cuerpo femenino y raíz. Inés González

9 comentarios:

Anónimo de la piedra dijo...

...exquisitez inconfesable...

mateosantamarta dijo...

Ayer estuve aquí varias veces. Parece la misma foto invertida -es un recurso que he utilizado en la última entrada de hace unos días-.
El poema de Gamoneda lo he leído varias veces -si recuerdas tu me regalaste ese hermoso pero inquietante libro-.
Una entrada estimulante.
Un gran abrazo.

Inés González dijo...

Siempre vuelvo y volveré a Gamoneda, querido Mateo, sobre todo a este gran Libro del frio, creo que es uno de los mejores libros de poesías que se han escrito.
"Los poemas de Libro del frío están llenos de una reiterada insistencia en ese color blanco que se alza como sema común del mencionado haz isotrópico. Se trata de un elemento con un claro valor de símbolo. Y como tal, posee más de un significado. Es un color que adjetiva unos sustantivos de carácter cotidiano, realidades concretas ( en su mayoría de género femenino y número plurar) muy próximos al sujeto poético: sebes blancas, cocinas blancas, yerba blanca, banderas blancas, memoria blanca, cebadas blancas, alcobas blancas, ciudades blancas, heridas blancas, lilas blancas, letrinas blancas, cortinas blancas... José Antonio Expósito".
La foto de esta entrada no es la misma, parece pero no lo es, en ésta el tórax femenino en un agónico escorzo huye silenciosamente.
Conserva siempre ese libro.
Un abrazo fuerte

jbkrost dijo...

These are very good photo's....
shot with a creative eye and leaaves the veiwer asking for the next one
jb

El peletero dijo...

Apreciada Inés, la piel siempre termina confesando sus secretos, no te rías, sé de lo que hablo. Lo bueno de ellas es que no hay ninguna igual, todas son diferentes aunque todas se parecen, cada una guarda su luz que dices que hay debajo. Es cierto la hay, de ella nacen esos árboles, esas hierbas y esas flores, estrellas, a veces fugaces y otras dobles, y, en algunos casos muy especiales, verdaderos agujeros negros.

Saludos.

Inés González dijo...

Apreciado Peletero: es verdad que toda piel termina confesando sus secretos,como es verdad que estoy sonrieno, no por soberbia o picardía, sino más bien por ese reflejo involuntario al sentirme "descubierta" en estas confesiones dermicas.
Tu oficio te imprime una gran ventaja, un buen peletero por más idénticas que sean las pieles jamás confundiría la energía, las vibraciones que cada una de ellas encierra. Por lo tanto sé perfectamente de qué hablas, y no me caben dudas.
Lo que busco en estos poemas visuales es precisamente eso, esa luz, temblor y temor que los cuerpos encierran, esa huída en silencio, porque un cuerpo enraizado está sumido en el más absoluto silencio.
Un abrazo

Shandy dijo...

Leyendo tu comentario sobre Gamoneda, he pensado en el título de un relato de Hemingway: "Colinas como elefantes blancos". Nada tiene que ver la historia que se narra en ese cuento con el poema de Gamoneda ni con tu poema visual y sin embargo...
"Piel inconfesable" es otra perspectiva, otra percepción del mismo cuerpo femenino. He vuelto a ver "Pubis angelical", tal vez esa imagen se me ofrece más placentera a la mirada. En ésta, la postura de ese cuerpo perpendicular e invertido me inquieta , su geografia corporal es más compleja, más accidentada...
No sabría decir ahora cual de ellas me gusta más.

Ventana indiscreta dijo...

A la piel no se la audita, pero sí se confiesa, querida Inés. ¿Por dónde? Pues por sus poros. Ya me lo has dicho infinidad de veces: el olor de la piel que no se te pasa por liviano que sea. "Ése huele a niño", me dijiste una vez de alguien que pasó junto a tu lado.
Y cambiando de tema: ¿por qué no se alude a las TORCACES que son palomas más bravías para las cuestiones del amor? Las palomas se quedan cortas, no digamos las tórtolas. Las torcaces son soberbias, vivaces y listas.

Besos enraizados.

Tinta de aterrizaje dijo...

Si digo 'ramaje' acierto a sentirme desnuda.
Puedo confesarte un campo abierto, desposeído de toda duda.
Podría emitir la docilidad más absoluta, pero siempre bajo mirlos educadamente salvajes.

Tu serie púbica es ejemplar, promete.