¡La Patagonia, por fin! ¡Cuántas veces la había visto en mi imaginación, ansiando visitar este desierto solitario, descansando en la distancia primitiva y en la paz desolada no hollada por los hombres, lejos de la civilización! ¡Allí estaba, completamente abierto ante mis ojos, el desierto intacto que despierta tan extraños sentimientos en nosotros; la antigua morada de gigantes, cuyas huellas impresas en la playa asombraron a Magallanes y a su gente y dieron origen al nombre de Patagonia!
William H. Hudson
Dibujos a tinta y grafitos/papel de Inés González
2 comentarios:
No me cabe duda de que te va a quedar un libro magistral. Los patagones se lo merecen y Hudson no te cuento, cuando se entere. Abrazo.
Muchas gracias, apreciado Fackel, este nueva andadura creativa está siendo muy estimulante. Hudson te enamora, en realidad tiene maestría literaria para trasmitirte su enamoramiento cuando cayó rendido frente al paisaje en esas lejanas y misteriosas tierras patagónicas, a finales del siglo XIX.
En esta serie he incorporado parte de esa fauna: la liebre y el búho patagónico, según sus descripciones es un príncipe misterioso, de mirada poderosa y penetrante, irresistible.
Los retratos de los tehuelches son conmovedores, sus miradas al igual que las de búho parecieran cruzar la noche de los tiempos...
Un abrazo cordial.
¡Por un 2024 amable!
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