viernes, 22 de noviembre de 2024

Dafne


A Dafne ya los brazos le crecían,

y en luengos ramos vueltos se mostraba;

en verdes hojas vi que se tornaban

los cabellos que el oro escurecían.

 

De áspera corteza se cubrían

los tiernos miembros, que aún bullendo estaban;

los blancos pies en la tierra se hincaban,

y en retorcidas raíces se volvían.

 

Aquel que fue la causa de tal daño,

a fuerza de llorar, crecer hacía

este árbol que con lágrimas regaba.

 

¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño!

¡Que con llorarla crezca cada día

la causa y la razón porque lloraba!


Gracilaso de la Vega  Soneto XIII


Dibujos a tinta, acuarela, grafito y acrílico s/papel de Inés González