Hay muchas formas de volver a los orígenes, me dije, cuando caí seducida por la prosa de
William H. Hudson, Guillermo Enrique Hudson para los argentinos. Cincela con maestría
una nostalgia por la vida salvaje y libre en las Pampas de su juventud. A ello dedicó su obra
literaria y sus escritos como naturalista y ornitólogo, convencido siempre de que no hay
mayor desatino que el de volver la espalda a los sucesos de la naturaleza, a la sabiduría de
sus ciclos, sus misterios y su mística.
Van mis primeras ilustraciones sobre "Días de ocio en la Patagonia"
"Nadie ama los pájaros sobre la tierra como Guillermo Enrique Hudson ( Sus libros, saturados de pájaros, serán como árboles del amanecer)"
Luis Franco
Dibujos a tinta y grafito s/papel de Inés González
2 comentarios:
Inés, presiento que te estás superando. El tema se merece una buena historia gráfica. Adelante. Un abrazo.
Apreciado Fackel, muchas gracias por tus apreciaciones sobre esta nueva andadura. Como digo en las breves palabras que acompañan al inicio de esta serie homenaje: Don William Hudson me ha cautivado con su relato y prosa extraordinaria, descubriéndome un territorio que a pesar de ser argentina, desconozco, mucho más el periodo histórico que a Hudson le tocó vivir, esas Pampas insondables e indomables.
Un abrazo para ti también.
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