Pido disculpas por la coloración diferente de las fotos. Todas son en b/n, pero por causas que desconozco el programa varía la calidad de las mismas. Personalmente me molesta mucho este error, pero nada puedo hacer, resolver el comportamiento caprichoso no está en mis manos. Un saludo cordial.
En el rizoma del silencio es un título que bien encaja con esa imagen de mujer desbancada de sus piernas pero con la eclosión de unas alas tipo pavo real. Rizoma y silencio encaja bien con Vilariño, hombre circunscrito al mar y a los bosques, a sus silencios, que es como decir sus hermosos ruidos naturales. Rizoma es algo que no para de crecer. Decir búho, es decir noche, expectativa de ver.
Ella está desbancada, sí, pero no sólo de sus piernas, también la pelvis, aunque la pose desafiante y provocativa invoque otras lecturas. Ella se libera, inventa, teje, construye alas, alas de ave del paraíso, o de búho de la noche, es su exorcismo, su macumba. Sale al paso y dice: ven, ven, ya no podrás asirme. Esta obra se construyó como un comenta, una vez que la empecé no pude parar, dibujé largas y frenéticas horas sin tregua, tenía que llegar a la cita. Y Vilariño compaña con su poesía naciente y sus ojos de cuervo.
Nació en Tucumán, República Argentina, donde inicia su formación en El Departamento de Bellas Artes de la Universidad nacional de Tucumán. Desde 1990 vive y trabaja en Madrid, ha realizado numerosas exposiciones individuales y más de cuarenta colectivas en todo el territorio español y en países como, China, Suecia, Austria, Francia, Croacia, Eslovenia, Italia, EEUU, Costa Rica, y Argentina, participando también en ferias y encuentros internacionales. Sus obras forman parte de colecciones particulares y públicas. Se dedica a la pintura, el dibujo, el grabado, la fotografía y los libros de artista.
3 comentarios:
Pido disculpas por la coloración diferente de las fotos. Todas son en b/n, pero por causas que desconozco el programa varía la calidad de las mismas.
Personalmente me molesta mucho este error, pero nada puedo hacer, resolver el comportamiento caprichoso no está en mis manos.
Un saludo cordial.
En el rizoma del silencio es un título que bien encaja con esa imagen de mujer desbancada de sus piernas pero con la eclosión de unas alas tipo pavo real. Rizoma y silencio encaja bien con Vilariño, hombre circunscrito al mar y a los bosques, a sus silencios, que es como decir sus hermosos ruidos naturales. Rizoma es algo que no para de crecer.
Decir búho, es decir noche, expectativa de ver.
Ella está desbancada, sí, pero no sólo de sus piernas, también la pelvis, aunque la pose desafiante y provocativa invoque otras lecturas.
Ella se libera, inventa, teje, construye alas, alas de ave del paraíso, o de búho de la noche, es su exorcismo, su macumba.
Sale al paso y dice: ven, ven, ya no podrás asirme.
Esta obra se construyó como un comenta, una vez que la empecé no pude parar, dibujé largas y frenéticas horas sin tregua, tenía que llegar a la cita.
Y Vilariño compaña con su poesía naciente y sus ojos de cuervo.
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