Tierno tiempo de la arena
La lluvia
lavaba los límites de la calma
Yo jugaba
con las arenas húmedas del partir,
soñaba con coloridos viajes,
con la libertad de las arenas me mezclaba
y
sentía
nostalgia.
Desplegado en el jardín
había un mantel,
entrañable.
En el centro del mantel,
como un presentimiento iluminado,
un racimo de uva
cubría toda duda.
La reconstrucción del silencio
me perturbó.
Vi que el árbol existía.
Si existe el árbol,
es claro que hay que existir.
Hay que existir
y seguir
las huellas de las historias contadas
hasta el cauce blanco.
Mas
¡ay, variopinta desilusión!
Sohrab Sepehrí "Espacio Verde Todo Nada Todo Mirada"
Serie "Tras la Huella de Karl Blossfeldt" Dibujos a Tinta china s/ papel Zerkall 350 grs de Inés González
Adormideras "Bocas Muertas"
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1 comentario:
¿Donde estaba la vida cuando estuvo
aquí, sobre la arena?
¿Donde quedó su rastro? ¿Dónde puso
aquella vida antigua su consuelo?
La vida estuvo aquí porque lo dicen
los viejos mapas y fotos escondidas.
Sus huellas se perdieron paso a paso:
quedaron sepultadas, fueron humo.
Hubo vida una vez en este sitio
que ahora vive vacío. Sólo hay
viento inestable, y nubes, y paciencia.
Y un mundo que miró cómo morían
el aliento y el humo sin que nadie
estorbara el trabajo de la muerte.
Sirva este poema titulado 'LA ARENA' , Inés, para complementar esa sabiduría de Sepehrí y tu vital incisión de tinta en ese trabajo que habla sin virtuosismo para no quedarse callado.
Un beso.
P.d. El autor del poema es José Carlos Rosales.
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