lunes, 1 de marzo de 2010

Atizando la lumbre










Ascender como Ícaro
es nuestra vocación,
pero tanta luz
ciega la mirada
y oscurece el camino.
Sólo somos deseo calcinado,
pequeños dioses
con alas cercenadas
en los talones de polvo.

Etelvina Astrada poeta argentina, ha publicado en España , la mayor parte de su obra poética: Poesía política y combativa argentina ( Zero Zyx 1978) Autobiografía con gatillo (Editorial Ayuso, Edymión, 1980) traducida y publicada en USA; Muerte arrebatada (Ámbito Literario Antrhropos, 1981), traducida y publicada en USA ; Las penas capitales (Editorial Orígenes, 1986); Libro de mal amor ( Ediciones Edymion, 1989), traducida y publicada en USA.
Ha integrado diversas antologías y colaborado en revistas de poesía de España, Latinoamérica y EEUU.

4 comentarios:

mateosantamarta dijo...

Quizá repitamos el error de Ícaro al querer volar demasiado alto, pero algo es algo. Peor sería ir arrastrando los pies. También hay quien dice que de las cenizas resurge siempre el Ave Fénix. Pero yo no sé nada de eso. Son de ahora estas obras? -me gustan-. Un abrazo. Espero que lo que me cuentas sea para bien y lo será.

Pedro M. Martínez dijo...

Tu página es una fiesta de emociones y sorpresas, un grato regalo para los sentidos. Está cuidada, equilibrada, llena de armonía, refleja un universo interior rico y difícilmente abarcable.
Y bueno, quién quiere abarcar nada ahora que es viernes y la vida empieza a sonreír por detrás de agoreras previsiones de frío y nieve. Resistiremos.
Un remanso de belleza tu blog, tu intención, tu trabajo.

mateosantamarta dijo...

Muy acertada la visión de Pedro de tu blog. Difícil decirlo con más claridad. Un abrazo.

Tempero dijo...

¿Era tu intención causar un rostro en el primer cuadro y bordear con hojas la frente?

Descenso o ascenso, son dos buenas opciones. Que las alas se nos calcinen ya lo sabemos, pero el vuelo no nos lo ha de quitar nadie.

Besos, pinceladora.